La ciudad de Miami analiza la posibilidad de endurecer las sanciones contra los dueños de negocios que están violentando las normas de distanciamiento social, no están protegiendo a sus empleados y están exponiendo a los clientes.
El incremento de los casos de COVID-19 en el sur de Florida, le está dejando pocas opciones de tolerancia a las autoridades contra los dueños de negocios que no cumplan los códigos establecidos en el regreso a la nueva normalidad.
Francis Suárez, alcalde de Miami, aseguró que «lo que hemos visto es que hemos cerrado restaurante pero al día siguiente ya pueden estar operando, pero no es suficiente penalidad”.
Según el alcalde de Miami, el próximo lunes es decisivo para definir si endurecen o las penas, de momento hay una propuesta sobre la mesa.
“Lo que estamos analizando es que a la primera falta cerraremos el negocio por 10 días, la segunda falta será por 15 días y la tercera ocasión por 30 días”, precisa el alcalde.
Los dueños de negocios que han cumplido con las normas establecidas sostienen que para ganarle terreno al Coronavirus, todo comienza con fuerza de voluntad.
“Antes aquí habían varias mesas, ahora las quitamos y dejamos seis pies entre cada mesa, los empleados siempre andan su mascarilla, mantenemos el distanciamiento social entre los clientes y al menos cuatro clientes por mesa”, precisa Salomon.
El viernes por la noche siete negocios fueron cerrados temporalmente por oficiales del código de Fort Lauderdale, entre los que se encuentra un bar que funcionaba sin autorización y una pizzería que fue multada con $15 mil dólares.
“La orden del alcalde primero es la multa y en extrema situación es cerrar el negocio”, asegura Brian Andrews, vocero de la ciudad de Fort Lauderdale.
Este fin de semana continuarán las inspecciones sorpresas de los oficiales del código, en restaurantes de Miami, Miami Beach y Fort Lauderdale.