Tras la pandemia del Covid-19 solo ingresa 20% de las remesas en Venezuela de 35% que se recibía de ese concepto, lo que mermó el poder adquisitivo de millones de personas y de familias venezolanas.
Otros, siguen recibiendo el aporte porque sus familiares continúan con trabajo en el exterior y ellos mutaron en la gestión del dinero, que ya no es por casas de cambio en Cúcuta, debido al cierre fronterizo que paralizó este mercado; según nota reseñada por Crónica Uno.
El economista Aldo Contreras dijo a Diario de Los Andes que el promedio de remesas que enviaban los migrantes venezolanos (más de cinco millones de personas) era de unos 100 dólares mensuales,
“las casas de cambio están dejando de percibir unos 400 millones de dólares al mes en esta pandemia, debido a que cerraron, lo que equivale a que unos 800 millones de dólares dejaron de ingresar a la economía de Venezuela durante la cuarentena” indicó.
Previo a la pandemia 35% de la población venezolana recibía remesas de sus familiares en el exterior, lo que equivalía a unos dos millones de hogares, según informe publicado por el centro de estudios políticos con sede en Washington, Diálogo Interamericano.
Entre tanto, en Cúcuta, Colombia, se aprecian las casas de cambio cerradas.
Atrás quedaron las colas inmensas que sometían al venezolano a permanecer un día completo en espera para poder hacer efectivo su cobro de dinero.
Estas empresas debieron cerrar y el paso fronterizo sigue clausurado tras las medidas para evitar el coronavirus.
Ingenio para continuar con remesas
De acuerdo con el economista Aldo Contreras, 20% de las remesas siguen llegando a muchos hogares venezolanos, sólo que no a través de las casas de cambio de Cúcuta como lo gestionaba casi 90% de la población tachirense que recibía el aporte.
Las casas de cambio proliferaban en Cúcuta, urbe con mayor cantidad de estas oficinas de toda Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que indica que la cantidad de casas de cambio en la ciudad fronteriza superan a Bogotá y Cartagena, zonas con alta presencia de turistas.
En Cúcuta contabilizaban 263 firmas dedicadas al negocio en 2019, según el Dane había una casa de cambio por cada 2.852 personas en esa ciudad, pero con el cierre de frontera las puertas de estos establecimientos están cerradas.
En Colombia las casas de cambio están autorizadas para hacer remesas, recibir giros y transferencias, por lo que su flujo de divisas proviene en gran parte de fuentes internacionales.
Desde muchos puntos de Venezuela llegaban a Cúcuta a cobrar una remesa. Entre 47.000 a 50.000 venezolanos cruzaron en enero al país vecino, según Migración Colombia, y un alto porcentaje lo hacía para retirar su encomienda de dinero y comprar mercado o cualquier otro producto que en Colombia salía más económico, o simplemente existía, como medicinas.
“En estos dos meses de cierre de frontera se estima que ha entrado solo 20% de las remesas que venían llegando hacia la economía venezolana.
Ya no ingresan por casas de cambio de Cúcuta, lo hacen en bolívares por transferencia o utilizando las principales plataformas como Bank of América o la Zelle, también en transferencia, mecanismos que se ponen de moda en los últimos días como alternativas”, explica el economista Contreras.
Fuente Banca y Negocios