Una médico española especialista en oncología, Laura García Estévez, sostiene que un 70% de las mujeres con cáncer de mama podrán beneficiarse de la realización de una prueba genética capaz de determinar la probabilidad de recaída a diez años.
“En condiciones normales en el laboratorio, medimos los receptores de estrógeno y progesterona, el Ki67 y el HER2, mientras que esta prueba mide un total de 21 genes”, explicó García Estévez.
la realización de esta prueba está indicada en pacientes con cáncer de mama hormonosensible, es decir, con receptores hormonales positivos, con un subtipo luminal y que no tengan ganglios afectos, es decir, en un estadio todavía inicial
No obstante, las pacientes con cáncer de mama en estadios metastásicos más avanzados no se pueden beneficiar de la determinación.
La importancia de un abordaje multidisciplinar en el tratamiento del cáncer de mama
La doctora también nos habló de uno de los caballos de batalla del cáncer de mama: la mastectomía para explicarnos que, a día de hoy, cada vez se hacen menos mastectomías y la cirugía que se emplea para eliminar el tumor suele ser más conservadora. Pero incluso en los casos de la extirpación de la mama es necesaria la reconstrucción inmediata del pecho ahorra mucho sufrimiento a la paciente.
Lo que sí resaltó la experta como fundamental para el tratamiento del cáncer de mama es que fuera siempre abordado por un equipo en el que formaran parte expertos en oncología médica, anatomía patológica, radiología mamaria, nutrición, psicooncología… Un equipo multidisciplinar.
Se calcula que una de cada ocho mujeres padecerá un cáncer de mama a lo largo de su vida.
Aunque de momento la prueba solo está indicada en mujeres cuyo cáncer de mama no es extendido todavía a los ganglios linfáticos de la axila, la situación podría cambiar a corto o medio plazo.
En la actualidad, existen estudios en marcha que buscan averiguar si la prueba pudiera ser eficaz también en aquellas pacientes cuyo tumor está más avanzado.