«Los primeros pobladores del territorio venezolano estaban diseminados de forma muy variada por sus diversas regiones. Entre ellos existía una gran diversidad cultural»
Los primeros pobladores del territorio venezolano estaban diseminados de forma muy variada por sus diversas regiones. De acuerdo con el antropólogo Miguel Acosta Saignes, existían nueve áreas culturales:
1- Andes Venezolanos, con los Timoto-Cuicas
2- Caribes occidentales, con los Pemones, Bobures y Motilones
3- Cuenca del Lago de Maracaibo, con los Goajiros, que eran recolectores y pescadores
4-Arawacos Occidentales, que comprendían los Caquetíos de Falcón, Lara y Yaracuy y se extendían en el sur hasta los llanos
5- En Lara, los Jirajara-Ayamán y los Gayones
6- Los Caribes del Oriente, desde la Península de Paria hasta Borburata, cerca de Puerto Cabello en el estado Carabobo
7- En los llanos y en el delta del Orinoco, los Waraos, recolectores, pescadores y cazadores de los llanos
8- Los Otomacos, Guanos, Taparitas y Yaruros en la desembocadura del Apure en el Orinoco
9- En la Guayana Venezolana, al sur del Orinoco, los Caribes nómadas (aquellos que no viven en un lugar fijo, sino que se desplazan de una zona a otra)
Se estima que había entre 350 mil y 500 mil habitantes, siendo el área andina la más poblada, gracias al avance de la agricultura.
¿De que vivían los indígenas?
Algunos era recolectores y cazadores, que se dedicaban a recoger frutas, conchas marinas (chipichipi, almejas) o a cazar tortugas, manatíes, caimanes y babas en el agua o dantas, venados, roedores y aves en la tierra. Otros, como los Timoto-cuicas, eran agricultores y tenían técnicas avanzadas para cultivar en las montañas, cortando escalones en las laderas (conocidos como «andes», de donde proviene el nombre que se le diera a la principal cadena montañosa del continente), que reforzaban con vallas de piedra. En Falcón, los caquetíos controlaban los ríos mediante embalses de donde sacaban agua con canales, para regar sus cultivos.
Las viviendas de nuestros aborígenes eran muy variadas. Los recolectores, cazadores y pescadores, que cambiaban frecuentemente de sitio, vivían en sencillas casas de paja. En el sur de Venezuela, se podían encontrar grandes casas circulares.
En el Lago de Maracaibo, levantaban viviendas sobre estacas colocadas en el agua, denominadas palafitos, cuya vista inspiró al explorador italiano Américo Vespucio para darle a aquel lugar un nombre peculiar que abarcaría y perduraría en todo el territorio: Venezuela, o sea «pequeña Venecia«.