Escalona es de la ciudad de Valencia, en el estado Carabobo. Hace más de siete meses, cuando empezaba la pandemia, y regresó a su país.
“Lo hice con la intención de no volver a salir, pero la difícil situación económica me obliga a tomar esta decisión”.
“El trayecto fue fuerte. Gracias a Dios que siempre nos proveyó de gente que nos colaboraba en varias ocasiones”, prosiguió quien describió la inmensa fe que embarga a la pequeña humanidad de su hijo menor, pues cuando anhelaban un aventón, el bebé empezó a orar y, en cuestión de segundos, apareció el carro salvador.
“Viví en Bogotá”
Cuando Mayerlín Escalona migró por primera vez, duró tres años viviendo en Bogotá. Al retornar, aún no se había creado la figura de los Puntos de Asistencia Social Integral (PASI), sino que los enviaban directamente a sus hogares.
“Es muy triste tener que migrar por segunda vez. Yo me vine con la esperanza de quedarme en Venezuela con mis hijos, mi familia, pero no se pudo. La situación que vive nuestro país no es nada fácil”, subrayó.
Con información de Diario La Nación.