El Consejo de Derechos Humanos de Irán instó este domingo a los países occidentales a no ser cómplices de crímenes de lesa humanidad que comete EE.UU. contra esa nación de Oriente Medio, y condenó las medidas coercitivas y unilaterales de Washington contra Teherán.
En un comunicado, el ente denunció que «la imposición e intensificación de las sanciones crueles, ilegales e inhumanas del régimen estadounidense y su apoyo e implementación por parte de algunos países europeos» constituyen un serio obstáculo para las relaciones económicas, financieras y bancarias de esa nación.
Además, el Consejo de Derechos Humanos en Teherán enfatiza que las ilegales sanciones imposibilitan la adquisición de fármacos y equipos médicos, así como laboratorios en medio de las difíciles condiciones derivadas de la propagación de la Covid-19.
El texto hace referencia a recientes sanciones a bancos semigubernamentales y privados iraníes para «impedir el acceso a alimentos, medicinas y equipos humanitarios», y plantea que, con ese paso, EE.UU. «ha puesto de manifiesto el summum de su malicia y enemistad hacia la nación iraní”, razones por las cuales el Consejo de Derechos Humanos de Irán ha considerado enjuiciar a funcionarios de la Administración Trump vinculados con estas acciones.
En su nota, la institución solicita a los Gobiernos y naciones libres del mundo, especialmente a los gobiernos occidentales y las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que condenen el reciente ataque de EE.UU. contra el sector bancario iraní y utilicen sus capacidades para que los autores de las sanciones rindan cuentas.
El jueves pasado, la Casa Blanca sancionó a 18 grandes bancos iraníes. Pese a que Washington alegó que las sanciones no se aplican a las transacciones para el suministro de productos agrícolas, alimentos, medicamentos o dispositivos médicos, varios Gobiernos europeos declararon en las últimas horas que esas restricciones tienen graves consecuencias humanitarias.