El gobernador Ron DeSantis ha llamado la atención a los medios de comunicación por citar especialistas en modelos de salud pública que pronosticaron que el estado se quedaría sin camas de hospital para los pacientes del coronavirus si no ordenaba a la población quedarse en casa en abril.
Pero, las autoridades de manejo de emergencias del gobernador, usando los mismos modelos, estaban tan preocupados por una posible escasez de camas de hospital que firmaron $283 millones en contratos sin licitación para usar instalaciones hospitalarias alternativas, ha concluido un análisis del Herald/Times.
Uno de esos hospitales, el ahora cerrado Pan American Hospital, cerca del aeropuerto de Miami, recibió un contrato de $42 millones mensuales para reparar, arrendar y operar una instalación de 200 camas para albergar pacientes del coronavirus.
El acuerdo para usar esa instalación fue obra de Alex Heckler, abogado de Miami que es operativo del Partido Demócrata y amigo cercano de Jared Moskowitz, director de la División de Manejo de Emergencias de la Florida.
La orden de compra fue firmada a finales de marzo con el Hospital Infantil Nicklaus, dueño de la propiedad conocida como Miami Medical Center, que está a la venta. El estado gastó $3.2 millones en fondos de emergencia para hacer reparaciones en el edificio y pagar sus impuestos, pero el hospital nunca se usó y la orden de compra inicial fue cancelada a mediados de abril, después que el gobernador firmó la orden de confinamiento.
El Herald/Times revisó las órdenes de compra y los contratos disponibles públicamente para analizar los datos. Funcionarios de la División de Manejo de Emergencias se negaron a dar a conocer documentos que muestran cuánto ganó el bufete de Heckler para representar a su cliente, SLSCO, un contratista general con sede en Galveston, Texas y afiliado de Sullivan Interests, una compañía dirigida por los hermanos Todd, William y John Sullivan.
REPRESENTANTES BIEN CONECTADOS
SLSCO está representada en Tallahassee por Cissy Proctor, socio de Heckler y ex jefe de la División de Oportunidades Económicas durante la administración del gobernador Rick Scott. Ella, Heckler y el ex representante estatal Marcello Llorente son directores de su firma de cabildeo LSN Partners.
SLSCO es también el subcontratista de Aptim Environmental, que ganó un contrato estatal de “material y servicios de emergencia” el 2 de marzo para proporcionar campamentos base y refugios de emergencia durante la temporada de huracanes de 2020.
Se esperaba que el contrato se completara en mayo, pero los funcionarios estatales rápidamente lo firmaron en marzo para que pudieran tener varios contratos a los que echar mano para suministros de emergencia a medida que aumentaba la amenaza del coronavirus.
“Los contratos a los proveedores de logística antes de la pandemia fueron ejecutados con el fin de ahorrar dinero de los contribuyentes, a la vez que también permitía a la Florida responder rápidamente a cualquier emergencia”, dijo Jason Mahon, portavoz del Departamento de Manejo de Emergencias..
“A través de este proceso, se lograron precios competitivos de más de mil artículos, que de otra manera hubieran costado más durante una emergencia, cuando los suministros son escasos. Al tener estos contratos firmados, el estado fue capaz de desarrollar una respuesta rápida y exhaustiva al COVID-19 y permitió a la división ejecutar la mayor operación logística en la historia del estado”.
Según el análisis del Herald, se firmaron órdenes de compra de por lo menos $47 millones con Garner Environmental Services para personal y servicios en el hospital de campaña levantado en el Centro de Convenciones de Miami Beach. Louis Berger, una empresa de ingeniería, recibió órdenes de compra por un total de al menos $2.6 millones para un hospital de campaña en Jacksonville.
También se firmaron órdenes de compra por un total de $30 millones para instalaciones médicas con CDR Maguire, una empresa de transporte. Y a Aptim Corp. también se entregó la la oferta de manejar la construcción de una instalación en el recinto de la Feria de la Juventud de Miami.
Ninguna de las instalaciones se ha usado como hospitales porque el aumento de la demanda de camas de hospital en la Florida no se materializó.
EL DISTANCIAMIENTO SOCIAL COMENZÓ EN CASA
Los datos ahora muestran que aunque DeSantis se demoró en detener la actividad empresarial, los floridanos en su mayoría ya habían reducido su interacción personal y viajes semanas antes, según un análisis del Tampa Bay Times de datos de teléfonos móviles.
Cuando los hospitales dejaron de hacer operaciones electivas y reconfiguraron su espacio para acomodar el aumento previsto en la cantidad de pacientes de coronavirus, este no se materializó.
DeSantis ha criticado repetidamente a los medios de comunicación por citar modelos que predijeron que si el estado continuaba sin distanciamiento social y órdenes de recogimiento, poco aislamiento y pruebas, el virus se habría propagado exponencialmente en el estado, abrumando a los hospitales.
La proyección del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington que fue reportada por el Herald y y otras organizaciones de noticias fueron usadas por la administración del presidente Donald Trump en el desarrollo de directrices nacionales para mitigar el brote de coronavirus. El gobernador y su personal se centraron en cómo manejar a los pacientes infectados, a la vez que restaban importancia a hablar de cómo prevenirlo a través del distanciamiento social.
