El país norteamericano impuso nuevas sanciones a Siria, por considerar que es hora de una «presión máxima»
Estados Unidos impuso este miércoles nuevas sanciones a Siria, enmarcadas en la Ley César, una lista negra que incluye 39 nombres, liderados por el presidente Al Assad.
El gobierno de Estados Unidos impuso estas nuevas sanciones a Siria en pleno colapso de la economía local, a causa del coronavirus.
Para la administración Trump, todo responde a una estrategia de «presión máxima» que aplica contra Irán y Siria.
Washington lo presenta como un nuevo paso para «aislar» al presidente Bashar Al Assad y su círculo más próximo.
Concretamente, desean aislar a todos los «responsables o cómplices de graves abusos contra los derechos humanos en Siria», según el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La lista negra de 39 nombres la encabeza el presidente, e incluye también a su esposa, Asma, de acuerdo a Pompeo. .
El departamento del Tesoro añadió además 24 compañías a las que acusó de «apoyar de forma activa los esfuerzos corruptos de la reconstrucción».
«Terrorismo económico»
Desde Damasco, el ministerio de Exteriores calificó las sanciones de «terrorismo económico», además de una «flagrante violación contra los derechos humanos más básicos y leyes internacionales».
«Hemos pasado de todo en los últimos años, pero nunca la economía había estado tan mal, si esto no cambia pasaremos hambre», denuncia un empresario en Damasco.
El Programa Mundial de Alimentos señala que los precios subieron un 133 por ciento desde mayo de 2019 y que 9,3 millones de sirios sufren inseguridad alimentaria.
Esta es la cifra más alta que jamás registró el organismo internacional en relación a la inflación de productos y servicios.
La «Ley César», nombrada así para recordar a un desertor militar sirio, llega en un momento crítico para la economía local.
La economía está devastada por nueve años de guerra y ahora una pandemia. El valor de la libra siria cayó un 70 por ciento respecto al dólar.
Los sirios enfrentan una hiperinflación que las autoridades son incapaces de controlar.
Al Assad destituyó al primer ministro y puso en su lugar a Husein Arnous, hasta ahora ministro de Recursos Hidráulicos.
El movimiento de Al Assad lo interpretaron como un intento de reconducir una situación límite.
