La destrucción de 30 metros del acueducto, producto de una crecida del río Azul el pasado 25 de mayo, tiene sin agua a al menos 1.000 familias de la parroquia Calderas, en el municipio Bolívar del estado Barinas.
Así lo denunció Janner Bastidas el 15 de julio a través de una nota de voz, dirigente social de esa parroquia, quien recordó que el mismo día que la crecida del río derribó el acueducto, también socavó las bases del puente que da entrada al pueblo y los dejó incomunicados vía terrestre, según información de El Pitazo.
Bastidas considera que ambos problemas son graves, ya que la falta de acceso al pueblo impide que lleguen alimentos y la comida comienza a escasear. «Pero la falta de agua potable, es una situación que compromete hasta la salud de todos mis paisanos» señaló el dirigente.
Señaló que el gobierno local ni el regional han sido diligentes para solventar ambos problemas. «En el caso del puente, todo indica que la solución no es la idónea. Suplir un puente por una carrucha, nunca será igual porque seguimos incomunicados», comentó.
Bastidas criticó que las autoridades locales y regionales hayan sido negligentes en cuanto a la reparación del acueducto después de casi dos meses y los catalogó de negligentes e incapaces por no haber solucionado el problema que tiene a mil familias sin agua y a todo un pueblo incomunicado.
