Miles de personas han protestado en contra del nuevo gobierno de Irak encabezado por Mustafa al Kazemi y los violentos disturbios han cobrado la vida de un manifestante, motivo por el cual varios funcionarios fueron arrestados para investigar las causas del deceso.
La muerte del inconforme tuvo lugar en la región de Basora, en el sur de Irak cuando fuerzas de seguridad dispararon en contra de los manifestantes provocando la muerte de uno de ellos e hiriendo a otros.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada de este martes 12 de mayo, cuando las fuerzas de seguridad arrestaron a las personas que se encontraban en el edificio y dispararon sus armas contra los inconformes, posteriormente fueron llevados ante la justicia agregó la oficina.
La Policía de Basora dio a conocer a través de un comunicado que la protesta fue llevada a cabo contra la sede del Partido Islámico de la Venganza, misma que fue clausurada y las personas que se dentro fueron detenidas por haber disparado en contra de los manifestantes.
Las autoridades aseguraron que iniciaron una investigación para esclarecer los hechos producto de las manifestaciones que iniciaron el domingo y que fueron reportadas en varios puntos de Irak tras la toma de protesta de al Kazemi como presidente del país el pasado jueves.
Miles de personas se reunieron en la emblemática plaza Tahrir de Bagdad, en donde aún hay decenas de tiendas de campaña que fueron puestas desde hace siete meses luego de que se dieron iniciadas las protestas.
Los inconformes consideran corrupta la manera en la que Al Kazemi llegó a la presidencia de Irak y por ello se originaron las violentas protestas que han cobrado la vida de una persona.
Lucha contra el Estado Islámico
Al menos diez presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico han muerto este jueves en una operación llevada a cabo por las fuerzas de seguridad iraquíes al sur de la ciudad de Mosul, situada en el norte del país.
Fuentes de seguridad citadas por la agencia iraquí de noticias NINA han detallado que la operación ha sido llevada a cabo en el desierto de al Hadhar, donde el grupo cuenta con escondites desde los que ha lanzado ataques en las últimas semanas.
Irak declaró el 9 de diciembre de 2017 el «fin de la guerra» contra Estado Islámico en el país, después de que los militares recuperaran los últimos bastiones que aún permanecían bajo control de la organización yihadista.
Sin embargo, Estado Islámico ha continuado perpetrando atentados de forma prácticamente diaria en distintos puntos del país, entre ellos la capital, Bagdad, y sus alrededores. De hecho, el comité encargado de hacer seguimiento a las actividades de Estado Islámico y Al Qaeda indicó en un informe enviado en febrero al Consejo de Seguridad de la ONU que Estado Islámico está comenzando a reconstituirse tanto en Irak como en Siria.
