El vicegobernador republicano de Texas, Dan Patrick, ofreció hasta un millón de dólares en defensa de las denuncias infundadas del presidente Donald Trump sobre irregularidades en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, diciendo que pagaría recompensas por información que conduzca a arrestos y condenas por fraude electoral.
El dinero aportado por el segundo al mando de Texas pareció ser el primero entre los funcionarios republicanos que respaldan a Trump mientras él se niega a ceder. Un exjefe regulador de ética de Texas dijo que pagar una recompensa, que provendría de la campaña política de Patrick, podría ir en contra de las leyes federales de financiamiento de campañas. Una portavoz de Patrick rechazó esa sugerencia.
No hay evidencia de fraude generalizado en las elecciones de 2020. De hecho, funcionarios electorales de ambos partidos políticos han manifestado públicamente que la elección fue bien y observadores internacionales confirmaron que no hubo irregularidades graves.
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«Apoyo los esfuerzos del presidente Trump para identificar el fraude electoral en las elecciones presidenciales y su compromiso de asegurarse de que todos los votos legales sean contados y todos los votos ilegales sean descalificados», dijo Patrick este martes en un comunicado, que no ofreció evidencia de que hubiera ocurrido un fraude.
Jim Clancy, ex presidente de la Comisión de Ética de Texas, dijo que repartir grandes sumas de dinero de recompensa puede ser inapropiado si se utiliza para ayudar a probar las infundadas afirmaciones de Trump de fraude electoral.
“Se podría argumentar que esta es una contribución en especie a la campaña de Donald Trump. Ese es su problema»
La portavoz de Patrick, Sherry Sylvester, dijo que la oferta se refería al fraude electoral «independientemente del resultado de las elecciones», que Trump ha perdido, y a restaurar la confianza del público en el proceso electoral.
La mayoría de los republicanos se niegan a felicitar a Biden o se niegan a presionar a Trump para que acepte el resultado, a pesar de que no hay evidencia de un fraude electoral generalizado. Durante el fin de semana, la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, otra aliada de Trump, lanzó una campaña de recaudación de fondos para «ayudarnos a llevarlo a casa para el presidente», pero parece que las donaciones van a fluir hacia su propia cuenta de reelección.
Con información de AP / Telemundo
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