Se trata de una máscara al más puro estilo de ‘El hombre de la máscara de hierro’, que recubre todo el rostro manteniendo el frío constante pero permitiendo que sigamos con nuestras labores habituales.
Esta mascarilla, que comienza a escalar puestos de popularidad en los gigantes de venta online, está hecha de la clásica gelatina azul que guardamos en la nevera siempre a punto para aliviar un golpe o algo de fiebre. Entre los componentes de este conocido gel azul están el agua, la celulosa o derivados de la glicerina que, recubiertos por una capa de plástico, no están en contacto con la piel y tan solo traspasan su temperatura al rostro.El frío descongestiona la hinchazón y mejora el tono de la piel. Según explicó Huda Kattan después de haberla probado, tras 10 minutos con la máscara de efecto frío, notaba que su rostro parecía tener más volumen, no por la hinchazón sino por un inesperado efecto tensor. Incluso las pequeñas líneas de expresión de poca profundidad podrían verse matificadas.
Al conseguir este efecto homogeneizante de la piel el rostro también se ve iluminada. Pero la lista de beneficios no queda en lo estrictamente superficial. El frío ayuda a cerrar los poros, asegurando por un lado que no entre suciedad en ellos y su posterior infección, además de dejar la piel perfectamente preparada para el maquillaje.
Para conseguir los mejores resultados, se recomienda aplicarla sobre el rostro limpio; si te acabas de lavar la cara, mucho mejor. Déjate la máscara puesta como mínimo 10 minutos y retírarala cuando dejes de notar que está fría. Un capítulo de Netflix, una manicura casera o un buen libro son aliados ideales de este tiempo de relax y, como la máscara viene con tiras para abrocharla por detrás de la cabeza, no tienes que andar pendiente de que se resbale. Otra opción podría ser utilizarla a modo de mascarilla de noche, pero su temperatura descendería a los pocos minutos.Ahora que la piel está tersa, descongestionada y bien fresquita, puedes aplicar tu sérum con normalidad ya que penetrará perfectamente. Después la hidratante y, la mejor parte según la gurú del maquillaje, podrás aplicar la base con facilidad y se fijará a la piel al instante.
Otro de sus puntos a favor es su polivalencia porque, igual que ocurre con las bolsas de frío, también se puede calentar. Este tipo de calor sobre la piel favorece la circulación sanguínea y la hidratación.
Pues la mascarilla de gel también se puede utilizar como un tratamiento relajante que no solo descongestione tu rostro y deshinche tus párpados, también puede aliviar el dolor de cabeza.Otro de los curiosos pero útiles usos que la empresaria Huda Kattan señala es el de la mascarilla ‘after sun’. Después de mucho tiempo de exposición solar o en el caso de haberte quemado -siempre que el caso no sea muy extremo-, la mascarilla puede refrescar y calmar la piel irritada, bajando su temperatura y actuando sobre el enrojecimiento.
