Productores y comerciantes de hortalizas entregaron una carta al comandante general de la Guardia Nacional (GN), Mayor General Fabio Enrique Zavarse Pabón, en la que piden que tome las medidas necesarias para acabar con la delincuencia en las vías y la venta en dólares de combustible a precios que superan con creces los fijados por Nicolás Maduro, y que además es promovida por altos funcionarios de este componente de la Fuerza Armada.
«Preste atención señor comandante general. A usted le conviene tomar las acciones prontas y necesarias, porque lo tienen engañado con respecto algunas funciones de los comandos que hacen vida en el eje panamericano. Ya nosotros tenemos investigaciones adelantadas», reza en la misiva.
Los productores y ferieros, que salen todos los días de municipios andinos –principalmente de Táchira– hacia los centros de consumo del país, indican que al llegar a las estaciones de servicio ubicadas en El Sabanero, La Chiquinquirá y Agua Viva, los bomberos les cobran 25 dólares por 50 litros, y 50 dólares por 100 litros, es decir, dos dólares por litro, además de que pertenecen a los sectores priorizados que tienen acceso al subsidio del combustible.
«Un día nos molestamos por el abuso y el atropello y el bombero llamó por teléfono a los guardias para que nos sacarán de allí, llegando una patrulla de la GN rotulada Comandos Rurales D-239, al mando de un teniente de apellido Pernalete, quien expresamente nos dijo:
‘Si no les gusta, vayan a equipar en otro lado, ustedes son los interesados que no se les dañe la mercancía perecedera‘. «No nos quedó de otra que dar la plata para que nos surtieran».
«Le preguntamos a ese oficial: ‘¿Qué tenemos que hacer para que se nos equipe y no paguemos esta cantidad de dinero tan elevada?’, y él respondió: ‘Hacerse amigo del comandante Carrillo, jefe de los rurales y jefe de todas las bombas de la panamericana’.
¡Fíjese cómo son las cosas, señor comandante general, el jefe de los comandos rurales está administrando estaciones de servicio en La Panamericana en vez de aplicar estrategias militares para eliminar delincuentes!», expresan los productores y comercializadores en el comunicado.
«Una esperanza ante estos abusos surgió al correrse el rumor entre todos los ferieros de las hortalizas que los guardias del PAC Agua Viva, por órdenes del capitán de ese comando, apoyaran a los camioneros que venían urgidos por gasoil, y ciertamente así fue, nos apoyaron».
«Esos guardias se convirtieron en alivio por dos semanas, hasta que un día llegó una patrulla rotulada del Comando Rural D-239, al mando de un sargento mayor de apellido Maldonado, quien, con gritos, ordenó que cerraran el surtidor de diesel, manifestando que todos los que estábamos esperando turno para equipar debíamos ir a las estaciones de servicio Chiquinquirá o Sabana Grande. A su vez, regañó con gritos al guardia de Agua Viva por ayudarnos», reseña la carta.
«Señor comandante general, ¿esa es la función estratégica de ese comando? No somos opositores ni terroristas que buscan malponer a nadie, somos campesinos trabajadores».
Denuncian también que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) División de Vehículos le han dicho a varios transportistas, a manera de consejo, que paguen la vacuna al hampa en Agua Santa para que no les roben los camiones porque la policía del estado y la guardia no trabajan después de las 7:00 pm y no tienen patrulla.
Los transportistas afirman que en la carretera panamericana, específicamente el tramo que atraviesa el estado Trujillo (Buena Vista – La Libertad), están siendo atacados de diferentes maneras. «Van dos meses que los ataques de la delincuencia contra nosotros se han agudizado en el eje, a tal punto que de los entre 270 y 300 camiones de hortalizas que salen diariamente de estos municipios, se roban uno todos los santos días, en Sabana Grande, Agua Santa y en Agua Viva, donde ya nos han asesinado a dos campesinos trabajadores por robarles el camión».
Con información de el TalCual