Portugal ha sido aclamado por su historia de éxito en su lucha contra el coronavirus, pero los brotes localizados en los barrios más pobres y centros industriales en las afueras de Lisboa han mantenido los casos en una meseta preocupante durante el último mes.
Portugal ha registrado hoy 421 casos más de coronavirus (lo que se suma al total de 35.306), lo que supone un aumento del 1,2%, la mayor subida, en términos totales y porcentuales, desde el 8 de mayo, según informa el periódico portugués ‘O Público’.
Como explica el citado medio, Portugal registró aquel día 553 nuevos casos del virus, lo que correspondía a una tasa de crecimiento del 2,1%. Después de aquella jornada, hubo 13 días en los que el porcentaje de nuevos casos permaneció inferior al 1% y, durante casi un mes, esa tasa permaneció por debajo del valor que se ha registrado hoy (1,2%).
El país sólo ha registrado 1.492 muertes. Se han anunciado hoy siete fallecimientos, según los datos proporcionados por la Dirección General de Salud (DGS), que se actualiza todos los días con la información recopilada hasta la medianoche del día anterior.
La preocupación radica en la región de Lisboa y del Valle del Tajo. De los 421 nuevos casos registrados por el mencionado organismo, 386 están en la citada zona, lo que corresponde al 92% del total.
El país comenzó a levantar su ‘cerrojazo’ el 4 de mayo. Pero como el balance de Lisboa no bajaba, el Gobierno aumentó las pruebas en la región durante la semana pasada a trabajadores en la construcción y empleados a tiempo parcial, consideradas industrias de riesgo para el contagio.
Se realizaron un total de 14,000 pruebas en personas asintomáticas, han dicho hoy las autoridades de salud. De las 12.000 pruebas realizadas hasta ahora, 4,5% fueron positivas.
El Gobierno planea enfocarse en casos positivos proporcionando espacio para el autoaislamiento y el monitoreo, aunque no se han publicado detalles sobre cómo funcionará esto.
«La densidad de viviendas y espacios de trabajo significa más contagio», dijo la directora de salud DGS Graca Freitas.
El secretario de Estado, Antonio Sales, dijo que ahora eran los más vulnerables en la sociedad aquellos más expuestos al virus.
Todavía, en Loures, un municipio dentro de la Gran Lisboa con una de las mayores concentraciones de brotes, los residentes sintieron que habían visto pocas de las promesas hechas por las autoridades.
«Al principio, la policía vino a decirnos que nos mantuviéramos separados, pero ellos pararon. No he visto ni oído hablar de ningún test aquí», dice Eduarda Mendes, de 20 años. Ella vive en un barrio deteriorado pero trabajó en un hotel en el centro de la ciudad antes de perder su trabajo debido a la pandemia. «Se siente que en las áreas ricas siempre están observando, pero en las áreas pobres la actitud es ‘está en ti'», dijo
