La relación entre Pablo Casado y Santiago Abascal, personal y política, ha cambiado radicalmente desde su “brutal” ruptura durante el debate de la moción de censura de Vox y esa conmoción tendrá consecuencias en el espacio del centro derecha. En el PP defienden con “orgullo” el nuevo retorno al centro moderado y europeísta de Casado y piensan que ese giro le da más opciones para llegar algún día a la Presidencia del Gobierno. En Vox consideran que Casado ha abandonado ya toda la derecha y les deja libre ese espacio para crecer y ser la única oposición dura y creíble a Pedro Sánchez.
El PP de Casado estaba muy necesitado de insulina y el entusiasta recibimiento generalizado a su discurso contra Abascal de este jueves en el Congreso ha sido algo más que un chute de glucosa.
La dirección nacional de los populares recopiló este viernes decenas de mensajes y declaraciones públicas de todo tipo de dirigentes, barones territoriales y cargos electos extendidos por toda España, en los que se plasmó una competición desenfrenada de piropos hacia la calidad de su presidente y su oratoria. La mayoría de esos pronunciamientos incidían en destacar que Casado había logrado al fin, con esa planificada intervención, consolidarse como líder, más de dos años después de haber ganado las primarias en el último congreso del partido.
En la planta noble de la sede nacional lo que se valoró más, sin embargo, fue que con ese discurso tan terapéutico Casado se había acercado un poco y por el centro a La Moncloa, como resumió Pablo Montesinos, el vicesecretario de Comunicación. Y añadió: “Este PP es la alternativa sensata porque en vez de bronca, ofrece soluciones; en vez de estridencias, ofrece un plan de choque económico y un Pacto de Estado sanitario”.
No habrá equidistancias, como reprocha Vox, pero sí podrían plantearse negociaciones de Estado. La expresidenta del Congreso, Ana Pastor, recordó que la semana que viene requerirán otra vez del Gobierno apoyo para reformas legales contra la pandemia en plena segunda ola del virus y cuando el Ejecutivo ya prepara un Consejo de Ministros extraordinario para decretar otro estado de alarma ante la avalancha de peticiones de diversos gobiernos autonómicos.
Tras el desconcierto inicial, los responsables de Vox aseguraban estar recibiendo un aluvión de nuevas afiliaciones de exmilitantes del PP decepcionados con Casado.
Con información del País.