La compañía islandesa de energía eólica renovable IceWind ha desarrollado esta nueva miniturbina eólica para la producción de energía doméstica. IceWind ha convertido una central energética de carbón desmantelada en Reykjavik en su sede. La empresa se encuentra ahora en las últimas fases de desarrollo.
La empresa está desarrollando robustas turbinas eólicas de eje vertical para cualquier aplicación, desde la alimentación de estaciones de vigilancia meteorológica en el Ártico, hasta cabañas “Off The Grid”.
“El concepto es simple: tomamos tecnologías probadas a lo largo del tiempo y las llevamos a la era moderna. Usando materiales súper resistentes como aluminio de grado aeroespacial, fibra de carbono y acero inoxidable de alto grado, nuestras turbinas están construidas para soportar cualquier cosa. Esto incluye los terribles vientos de Islandia, que regularmente superan los 80 kilómetros por hora durante el oscuro y frío invierno del país insular”, comenta Saethor Asgeirsson, CEO de IceWind.
Desarrollando un diseño innovador de turbinas, la compañía ha mirado al pasado para diseñar el futuro. Y a medida que encontramos micro turbinas eólicas residenciales más baratas en el mercado, IceWind se está diferenciando de la competencia con un diseño inteligente y sencillo, usando materiales de fabricación de la más alta calidad. En el país de Hielo y Fuego, esta joven empresa está desarrollando un nuevo enfoque de la producción energética con viento.
Su diseño único integra dos tipos de palas: las palas de arrastre Savonieus, que datan del Imperio Persa, y las palas de elevación Darrieus, comúnmente vistas en turbinas de viento y aviones convencionales. Esta combinación equilibrada da como resultado una turbina que genera energía tanto en condiciones de viento suaves como extremas.
Como todos los habitantes de la isla ártica, Asgeirsson y su equipo no son ajenos a las condiciones extremas de las tormentas. Durante el invierno, los vientos regularmente alcanzan los 80 km/h incluso dentro del área de la capital. Aunque desafortunadas para todos los demás, estas condiciones climáticas proporcionan la oportunidad perfecta para que IceWind pruebe a fondo sus turbinas.
La joven compañía está desarrollando actualmente dos líneas de productos: una destinada a ser montada en torres de telecomunicaciones y en condiciones árticas más extremas, y otra para aplicaciones residenciales ligeramente más suaves. Actualmente están vendiendo sus turbinas localmente en Islandia, y planean salir al mercado en Europa y Norteamérica a finales de este año.
“Las pruebas aquí en Islandia han sido muy exitosas, y estamos entusiasmados de comenzar a vender nuestros productos en otros países. Nuestras turbinas sobrevivieron a Islandia y lo harán en todos los demás lugares”, comenta Saethor Asgeirsson.