La pandemia del coronavirus ha generado una epidemia de soledad y aislamiento social entre los adultos, lo que conlleva importantes riesgos emocionales y de salud, según un nuevo informe de AARP Foundation y United Health Foundation.
Dos terceras partes de los adultos encuestados dijeron que sienten aislamiento social, y el 66% dijo que el nivel de ansiedad aumentó durante la pandemia. Son conclusiones basadas en los resultados de la encuesta que publicaron las fundaciones esta semana en “The Pandemic Effect: A Social Isolation Report” (en inglés).
Según la encuesta, el impacto generalizado de la COVID-19 y las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio profundizan los sentimientos de soledad que ya existían.
En algunos casos, el impacto es más marcado entre los adultos mayores, en particular entre las mujeres y las personas de bajos ingresos. Más de la mitad de los adultos de 50 años o más dijeron que durante la pandemia han sentido aislamiento social, definido como la ausencia de relaciones sociales significativas.
“Esta es una crisis de salud pública muy real”, dice Lisa Marsh Ryerson, presidenta de AARP Foundation. “Décadas de investigaciones sobre el aislamiento social y la soledad prolongados… [demostraron que son] peores para la salud que la obesidad e igual de perjudiciales que fumar 15 cigarrillos al día”.
El astronauta Scott Kelly, quien pasó 340 días aislado en el espacio (en inglés) se encuentra trabajando con la fundación para crear conciencia acerca de los hallazgos del informe y las soluciones. Según Kelly, mientras los astronautas están en el espacio, la NASA les proporciona apoyo y asesoramiento.
“Cuando pasé un año en el espacio, no solo tuve ayuda disponible”, dice Kelly, “era obligatoria”. Sin embargo, en la Tierra, “la gente no sabe que la ayuda está ampliamente disponible”.
Pero existen maneras de conseguir ayuda, entre estas el sitio web Connect2Affect.org de AARP Foundation (en inglés), que contiene recursos para abordar el aislamiento social, incluida una evaluación para determinar el riesgo.
En el sitio web también hay un chatbot diseñado para mantener conversaciones amigables y guiar a quienes buscan reconstruir sus conexiones sociales.
Mantener sanas las relaciones sociales
En la encuesta de 2,010 adultos de 18 años o más, realizada en internet entre el 21 y el 25 de agosto, se descubrió que desde que empezó la pandemia, los adultos en general han sentido principalmente emociones negativas. Los sentimientos más comunes que indicaron los encuestados fueron frustración, estrés, ansiedad, aislamiento, cansancio y tristeza.
Este tipo de aislamiento tiene un efecto directo en la vida cotidiana. De hecho, según la encuesta, de quienes dijeron que habían sentido aislamiento social, el 50% dijeron que habían tenido falta de motivación, el 41% se sintieron más ansiosos de lo usual, el 37% estuvieron deprimidos y el 36% se sintieron más tristes de lo habitual.
La salud puede deteriorarse
Sentirse aislado no solo afecta nuestro bienestar mental; también impacta nuestra salud física y puede ocasionar enfermedades del corazón, presión alta y trastornos del sueño.
Sin embargo, la gente no está hablando de estos problemas con los profesionales de la salud. En la encuesta se descubrió que durante las consultas de atención de la salud desde el principio de la pandemia, las personas hablaron de su salud general, los síntomas de la COVID-19 y los medicamentos recetados mucho más que sobre la ansiedad, el estrés y el aislamiento social.
Los hallazgos del informe no son un buen augurio para el futuro, a medida que se prolonga la pandemia. Más de la mitad de los adultos encuestados dijeron que si las pautas de distanciamiento social se mantienen vigentes durante la temporada de fiestas del invierno, eso aumentará el impacto negativo sobre su bienestar.
Con información de Aarp.org