EEUU cada vez más vulnerable a la sequía

Según el Monitor de Sequía de los Estados Unidos, el 39 por ciento de la superficie terrestre de los Estados Unidos está experimentando una sequía moderada a excepcional que está afectando a más de 74 millones de personas.

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El aumento de las temperaturas aumenta la tasa de evaporación, secando los suelos - Foto: Cortesía

Particularmente en el oeste y el noreste. Recientemente, el Centro de Predicción Climática de la NOAA predijo que el sector sur de los Estados Unidos puede experimentar una expansión e intensificación de la sequía durante los meses de invierno.

Si bien la sequía es un evento complejo que es provocado por una variedad de factores, sabemos que el cambio climático exacerba las condiciones de sequía donde se producen, haciéndolas más persistentes e intensas.

El aumento de las temperaturas aumenta la tasa de evaporación, secando los suelos, así como añadiendo humedad a la atmósfera y cambiando los patrones de precipitación.

Esto da lugar a una intensificación del ciclo del agua que, en pocas palabras, está haciendo que los lugares húmedos estén más húmedos y los lugares secos más secos.

La sequía es uno de los desastres más costosos en los Estados Unidos, causando un promedio de 94 muertes y una pérdida de 6200 millones de dólares ajustadas a la inflación por año desde 1980.

Hay diferentes maneras de pensar en la vulnerabilidad a los fenómenos meteorológicos y climáticos.

Un estudio reciente consideró que la vulnerabilidad a la sequía estaba impulsada por tres factores: la exposición, la sensibilidad y la capacidad de adaptación. El estudio definió:

  • Exposición: la frecuencia de la sequía, la población del estado y los ecosistemas de agua dulce que podrían verse afectados.
  • Sensibilidad: la probabilidad de un estado de verse afectado negativamente por la sequía, teniendo en cuenta industrias como la agricultura, la recreación acuática y la energía hidroeléctrica.
  • Capacidad de adaptación: preparación del estado para la sequía y la capacidad de recuperación, mirando el plan de sequía del estado, la infraestructura de riego y la fortaleza económica

En este estudio, los investigadores encontraron que los estados que ocuparon el puesto más alto en vulnerabilidad general a menudo terminaron en esa posición no tanto por la frecuencia con la que se produce la sequía, pero más con lo preparado que está el estado para los impactos de la sequía.

Por ejemplo, Oklahoma fue clasificado como el estado más vulnerable debido en gran parte a su extensa cría de ganado y otras empresas agrícolas, así como a las limitadas posibilidades de riego.

Otros dos estados del medio oeste, Iowa y Dakota del Sur, entraron en la lista de los cinco más vulnerables, además de Montana y Arizona.

Un puntaje de vulnerabilidad bajo no significa que un estado no esté (o no vaya a) experimentar condiciones de sequía.

California, a menudo uno de los primeros estados que les viene a la mente a las personas cuando piensan en la sequía, tiene uno de los puntajes de vulnerabilidad más bajos.

Esto se debe a la economía relativamente robusta de California y a las sólidas medidas de adaptación, que lo hacen más resistente que otros estados con una capacidad de adaptación más limitada.

El noreste fue considerado una región menos vulnerable en su conjunto, con algunas excepciones notables. Las altas densidades de población y la abundancia de ecosistemas de agua dulce protegidos contribuyeron a altos puntajes de exposición para Nueva Jersey y Nueva York.

Además de las aguas protegidas, las industrias hidroeléctricas y recreativas acuáticas de Maine hacen que el estado sea más susceptible a los impactos económicos adversos en caso de sequía.

Al evaluar estas tres categorías, este estudio ayuda a los estados a identificar qué hace que su estado sea vulnerable a la sequía, para ayudar a informar sobre cómo abordar la sequía en el futuro.

Con información de The San Diego Union.

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