El Covid-19 llegó a uno de los campos de refugiados más grandes del mundo, ubicado en Bangladesh. En abril, uno de los refugiados del campo de Acnur llamado Saidul Hoque expresó su preocupación por la posibilidad de la llegada de la enfermedad al campo y de los riesgos que esto podía implicar para la enorme comunidad que habita en Cox’s Bazar.
“Si el Covid-19 llega al campamento, sería devastador. Aquí siete personas compartimos una casa de dos metros. Nos piden que mantengamos la distancia social, pero ¿cómo podemos hacerlo?”, se preguntó Hoque cuando expresó su oportuna preocupación el mes pasado en la entrevista realizada por el equipo de Acnur. Los padres del refugiado llegaron en 1992, huyendo del régimen militar, en compañía de otras 14 mil personas.
Dos personas han sido detectadas como positivas por Covid-19, según informaciones que salieron a la luz la madrugada de ayer. Son 860 mil personas las que habitan este campo en Bangladesh. Uno de los casos positivos vive en uno de los campamentos que presenta el mayor número de personas hacinadas: entre 40 mil y 70 mil personas. Son 34 campos en todo Cox’s Bazar.
Este puerto pesquero de Bangladesh se encuentra hoy en potencial riesgo. De acuerdo con el galeno Shamim Jahan, este drama podría reducir la población asentada: «Ahora que el virus ha entrado en el asentamiento, estamos viendo la posibilidad muy real de que miles de personas puedan morir por Covid-19», expresó el también director de salud de Save The Children.
Hoque ha intentado grabar y difundir videos sobre la prevención del Covid-19; sin embargo, la señal de internet en la zona es pésima. El acceso a la información es prácticamente nulo en el lugar; sin embargo, el aislamiento se ha cumplido. «Antes del coronavirus, las calles de campamento estaban llenas y nuestras mezquitas estaban repletas de personas. Desde que se declaró el aislamiento, todo ha cambiado. Las personas tienen miedo, solo salen de casa si necesitan algo urgente», expresó el habitante.