El coronavirus llevó a replantearse varios modelos de negocios con el propósito de poder susbistir y Venezuela, pese a su situación, no es la excepción
Las estrategias de innovación son totalmente necesarias y más en tiempos de pandemia, es así como los negocios venezolanos también tuvieron que replantearse para sobrevivir.
Venezuela actualmente vive la etapa de vida restringida, en la cual sus ciudadanos tienen acceso limitado a establecimientos comerciales.
La excepción está establecida para el sector alimento, salud y aquellos que expenden bienes de primera necesidad.
En 94% de los fabricantes dice que adoptó el trabajo desde casa como una de las acciones para disminuir el impacto de la contingencia en su negocio.
Entre tanto, 79% de los retailers implementó medidas sanitarias, tanto en punto de venta, como con sus empleados, incurriendo en gastos que no se tenían planificados.
En el caso del shopper, algunas de las acciones tomadas pasaron por no salir de sus casas (97%) y comprar alimentos y bebidas para almacenar (89%).
Aumento del e-commerce
En Venezuela se observó un cambio en el comportamiento de consumo, adquiriendo gran importancia el e-commerce, para evitar exponerse al virus.
Los retailers y pequeños comerciantes utilizan las páginas web, WhatsApp, llamadas telefónicas o redes sociales como canal para la recepción de pedidos.
Posteriormente, dichos pedidos serán manejados por delivery o pickup, llegando incluso a reformular estrategias, las cuales llegaron para quedarse.
Los comerciantes hicieron de la rapidez en la toma de decisiones, la premisa principal para garantizar el éxito de sus ventas.
Algunas de las categorías con mayor incremento en el consumo durante la semana 11 (9 al 15 de marzo), fueron atún (+255%), sardinas (+166%), toallas húmedas (+162%), pastas alimenticias (+93%) y arroz (+91%).
También hubo un aumento en el tiempo dedicado a ver TV, registrando un incremento de 51% en la cantidad de personas promedio por minuto.
Solo en el primer día después del anuncio de cuarentena, pudo registrarse una dedicación de 2 horas en promedio por día.
Esto demuestra que Venezuela también requirió adaptarse a los nuevos mecanismo para evitar un mayor colapso de su economía. Las empresas y comercios mantienen sus actividades en un nuevo contexto.
