El canciller, Jorge Arreaza, denuncia a la comunidad nacional e internacional el ingreso furtivo en la Zona Contigua de la nación del buque de guerra estadounidense USS Pinckney (DDG-91).
Como «un acto de provocación que pretende menoscabar nuestra soberanía e integridad territorial».
El gobierno venezolano ha catalogado la operación del código de barras destructor de misiles, realizado a 16.1 millas náuticas de las costas del país suramericano,.
Como violatoria del Derecho Marítimo y como «un acto de provocación que se realizó como resultado de la reciente visita de Donald Trump » al Comando Sur, en Florida.
«En su desesperada campaña por atraer el voto latino en ese estado a cambio de la permanente e ilegal agresión contra Venezuela».
Asimismo, resaltada el Canciller es que, al mismo tiempo que el USS Pinckney violaba la soberanía venezolana.
La jefatura del Comando Sur acusaba en redes sociales a Venezuela de ejercer “excesivo control” sobre sus aguas jurisdiccionales.
En el texto se manifiestan que las instituciones venezolanas y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)
» Tienen que respetar la sagrada soberanía e integridad territorial de Venezuela, a toda costa, conforme con las leyes internacionales».
Es la segunda situación de este tipo que se produce en menos de un mes.
El pasado 23 de junio, el destructor USS Nitze, también del Comando Sur, se adentró igualmente en aguas jurisdiccionales venezolanas.
En esa oportunidad, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, tildó esta acción como un «acto de provocación».
Y le aconsejó al comandante del Comando Sur, Craig Faller, que no se atreviera a enviar sus fuerzas a navegar por aguas venezolanas ni a «realizar acciones, operaciones militares en la mar».
porque recibiría una » respuesta digna » de Venezuela.