Los alcaldes de Miami y Miami Beach dijeron el lunes que están preocupados por los crecientes totales y las tasas positivas de casos nuevos de coronavirus en el condado de Miami-Dade
Pero que aún no revertirán la reapertura de las economías de sus ciudades ni ordenarán a los residentes Quedarse en casa.
«Hay grandes preocupaciones», dijo el alcalde de Miami, Francis Suárez, en una conferencia de prensa con el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, en el Ayuntamiento de Miami.
«Ahora no es el momento de bajar la guardia».
Pero, dos horas después, el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, realizó una conferencia de prensa propia y pintó una imagen diferente.
Sugirió que el número creciente de casos de Covid-19 en el condado es un resultado directo del aumento de las pruebas, y que la tasa de pruebas positivas «permanece relativamente estable».
Suárez dijo que el Departamento de Salud de Florida señaló a funcionarios electos el lunes.
Que en las últimas dos semanas, el número de casos de Covid-19 en el condado de Miami-Dade ha aumentado en 13 por día en promedio.
Mientras que el porcentaje de pruebas positivas ha aumentado en 0.11% por día.
Si el condado continúa por este camino, Suárez dijo: «Nos pondremos en una situación en la que tendremos que tomar decisiones difíciles».
«Estamos haciendo sonar la alarma», agregó.
Pero, desde el punto de vista de las políticas, Suárez, Gelber y Giménez llegaron a la misma conclusión:
No creen que sea necesario en este momento cerrar negocios y espacios públicos que se han reabierto en el sur de Florida en las últimas semanas, incluidos restaurantes y playas.
Los tres funcionarios también dijeron que no tienen planes de abrir negocios adicionales, como cines, bares y clubes nocturnos, en el corto plazo.
«Probablemente no por un tiempo», dijo Giménez sobre la apertura de tipos adicionales de negocios, llamando a los bares y clubes en particular «realmente problemáticos» para la propagación de COVID-19.
Se ha permitido que las ciudades sean más restrictivas que los condados en sus medidas de emergencia de coronavirus, un poder que Suárez y Gelber han ejercido en los últimos meses.
Cuando Giménez permitió que la mayoría de las empresas no esenciales reabrieran con restricciones el 18 de mayo.
Por ejemplo, las ciudades de Miami, Miami Beach, Hialeah y Miami Gardens se fueron con una reapertura el 20 de mayo para tiendas minoristas no esenciales y el 27 de mayo para restaurantes.
Suárez y Gelber dijeron que, a pesar de sus preocupaciones sobre los números de casos y las tasas de pruebas positivas.
Los datos sobre otra métrica clave, las hospitalizaciones, son menos preocupantes.
La capacidad de camas hospitalarias del condado se ha mantenido entre 62% y 66% durante «un largo período», dijo Suárez.
«Cerrar partes de la economía nuevamente sería un «último recurso», dijo, pero si los hospitales están en crisis, la opción estaría sobre la mesa.
Giménez estuvo de acuerdo en que el condado todavía tiene «mucha capacidad hospitalaria».
Gelber dijo que estaba «bastante claro» que habría picos en los casos de Covid-19 cuando la economía reabrió.
Pero argumentó que los gobiernos y el público ya no necesitan mantener a las empresas cerradas para abordar esas preocupaciones.
Las personas pueden usar máscaras, dijo, y los funcionarios pueden realizar el rastreo de contactos para aislar a los infectados.
«Aunque estamos aflojando la economía [restricciones], lo que debemos hacer, tenemos que hacerlo de manera responsable, tenemos que hacerlo con cautela y tenemos que seguir estas pautas», dijo Gelber.
Pero, agregó, «no podemos permitir que la economía cráter tan rápido que los problemas económicos sean iguales a los problemas de salud pública».
A nivel estatal, la cantidad y la tasa de nuevos casos de COVID-19 aumentaron la semana pasada, según un análisis del Miami Herald , un indicador preocupante de que la enfermedad podría propagarse más rápidamente.
Los 64 condados que se mudaron a la segunda fase de reapertura del gobernador Ron DeSantis el 5 de junio.
Que excluyó el sur de la Florida, vieron un aumento de cerca del 42% en los casos nuevos la semana anterior que no se pudo explicar por el aumento de las pruebas solo.
Las pruebas habían aumentado solo un 8% durante el mismo período.
El Departamento de Salud de Florida confirmó el lunes por la mañana 1,758 casos adicionales de COVID-19, lo que eleva el total del estado a más de 77,000 casos confirmados de la enfermedad.
También hubo siete nuevas muertes anunciadas el lunes, lo que elevó el número de víctimas en todo el estado a 2.938.
