Las aglomeraciones festivas han vuelto a algunas ciudades de Italia durante este fin de semana, el primero después de que el pasado 18, lunes, se permitiera mayor libertad de movimiento tras más de dos meses de confinamiento por la pandemia. Una situación que preocupa a las autoridades en un momento en que la curva de contagios de coronavirus se mantiene a la baja. El primer ministro, Giuseppe Conte, avisó esta semana que todavía no es el momento para las fiestas y las celebraciones, según señala Efe.
El viceministro de Interior, Matteo Mauri, reconoció hoy domingo que Italia aún está en «una fase muy peligrosa» porque, aunque los contagios caen desde hace semanas, se corre el riesgo de retroceder si los ciudadanos no respetan los protocolos de seguridad. «Es verdad que ahora se puede salir pero es necesario mantener la distancia de seguridad y usar la mascarilla. Algunos, en particular los jóvenes, no parecen muy sensibles ante estas indicaciones. Por eso les pedimos gran cautela», advirtió en el canal SkyTg24.
En este sentido, explicó que los alcaldes están actuando de forma tajante y ya se han llevado a cabo millones de controles en las distintas ciudades del país, algo que continuará para evitar aglomeraciones en las calles y un temido repunte de los contagios. Desde el pasado lunes se han abierto los bares y restaurantes y los ciudadanos pueden salir libremente dentro de su propia región, mientras que antes solo podían hacerlo para trabajar, comprar bienes de primera necesidad, visitar a sus parientes y hacer deporte. Y las zonas de fiesta de las principales ciudades italianas han empezado a recuperar la vida interrumpida hace tres meses, aunque no siempre respetando las medidas de seguridad contra el virus, como el metro de distancia entre personas o el uso de la mascarilla.
En la capital, Roma, numerosos jóvenes, muchos sin mascarilla, se agolpaban anoche en los barrios más festivos como el de Trastevere, Monti o Ponte Milvio, animados por el buen tiempo. Los establecimientos sí cumplen con las normas e invitan a no estar muy juntos o usar la mascarilla, cierran antes y disponen de geles desinfectantes, mesas más amplias y sillas más separadas, aunque gran parte de la gente prefirió quedarse en la calle, pese a la presencia de policías.
Es lo que ocurrió la pasada noche en Nápoles, con miles de jóvenes de fiesta a lo largo del paseo marítimo hasta la madrugada. Tal fue la situación que, como recoge el diario nacional Corriere della Sera, muchos de los allí presentes hablaron de una cierta «locura colectiva» desatada en torno a las cuatro de la madrugada. En Perugia. el alcalde, Andrea Romizi, ordenó el cierre a las 21.00 horas de todos los bares del centro histórico hasta el próximo 7 de junio, después de ver cómo estaba la plaza.
Nuevo calendario de la desescalada
El decreto aprobado por el Gobierno italiano establece que a partir del 3 de junio no habrá limitaciones en los movimientos entre las regiones si el nivel de contagio permanece igual que esta semana, por lo tanto, igual entre todas las zonas de Italia.
Entre el 25 de mayo y el 3 de junio se levantan más restricciones en el país transalpino tras el confinamiento para evitar la expansión del coronavirus y se analizarán los datos de las diferentes reaperturas
Por otro lado, si hay zonas donde el virus todavía está presente, será posible decidir de acuerdo con las autoridades locales crear «áreas rojas» o retrasar algunas aperturas. Es la semana clave y por esta razón se evaluará el progreso de los datos todos los días para intervenir rápidamente y evitar la creación de desequilibrios. Sobre todo, los llamamientos se renovarán para evitar reuniones o, en cualquier caso, situaciones que puedan aumentar los contagios nuevamente. El calendario ya se ha establecido y tiene en cuenta los próximos plazos hasta el viernes, cuando sea necesario evaluar cualquier medida.