En primer lugar, se conoció que, debido a la grave crisis que ha dejado el Covid-19, Renaul podría desaparecer. Así mismo lo afirmo el ministro de economía francés Bruno le Maire.
“Renault puede desaparecer, los grandes constructores industriales pueden desaparecer”, Dijo Maire.
En los últimos días han crecido los rumores de que Renault podría cerrar varias de sus plantas francesas. Y se prevé cerrar cuatro plantas en Francia: Flins, Dieppe, Choisi-le-Roi y la de Fonderies en Bretaña.
El Estado está poniendo todo de su parte, como un préstamo de 5.000 millones de euros para el gigante automotor. La condición sería que Renault se comprometa a preservar el máximo número de puestos de trabajo en Francia.
Si al final solventa sus problemas, el futuro del equipo de la F1 dependerá del Consejo de Administración de la compañía. La decisión será cosa de Luca de Meo, nuevo CEO de la marca del rombo.
Lo bueno para la escudería es que, como ha interpretado Cyril Abiteboul, jefe del equipo de F1, la llegada el 1 de julio del directivo italiano puede fortalecer y dar estabilidad al proyecto en la categoría reina del automovilismo.
En el equipo galo se ha sabido recientemente que Daniel Ricciardo saldrá en 2021 para incorporarse a McLaren. El asturiano podría volver al ‘Gran Circo’ de la mano del equipo con el que se convirtió en bicampeón (2005 y 2006). Pero su contratación está en el aire. Fichar a Alonso sería muy bueno para Renault tanto desde el punto de vista deportivo como en el de otras áreas. Y es que el español serviría con su imagen para relanzar a un equipo fabricante de motores que lucha por ser tan competitivo como los tres grandes (Mercedes, Ferrari y Red Bull). Sea como fuere, contar con Alonso podría servir a Renault para convencer a la compañía de que invertir en F1 es rentable.
Pero ese posible fichaje es una incógnita como lo es el futuro de la marca del rombo.
