Al menos cuarenta personas se infectaron por Covid-19 en un hospital de Matanzas, una ciudad al este de La Habana, en un cadena de contagios donde el gobierno cubano culpa a la “falta de disciplina” del personal de salud y los médicos a la falta de medios de protección y condiciones sanitarias.
Según la versión oficial publicada en el diario Granma, una investigación del Ministerio de Salud Pública determinó que en el hospital Faustino Pérez habían ocurrido violaciones “de medidas de bioseguridad vinculadas fundamentalmente a la desinfección de diferentes áreas y los niveles de acceso a las mismas, así como el incumplimiento de los protocolos de protección, tanto para el personal médico como para los pacientes”.
Médicos, enfermeros, trabajadores de limpieza, pacientes y familiares se encuentran entre los contagiados.
La directora de Salud de la localidad, Ailuj Casanova Barreto, declaró al periódico local Girón que el brote probablemente estuvo relacionado con la atención a una paciente que tuvo una larga estadía en el hospital en la sala de terapia intermedia.
Barreto, también culpó al personal del hospital por “exceso de confianza, falta de rigor, indisciplina o sencillamente por violación de los procederes y normas establecidas en el enfrentamiento a la epidemia”.
El hospital no fue cerrado al público y está siendo desinfectado con una solución con cloro y “agua con detergente”, según informó Girón.
Las calles de Matanzas también están siendo desinfectadas con agua con cloro.
Una publicación en Facebook de Julio Martínez, médico del hospital Faustino Pérez, sugiere que el director del centro, el Dr. Andrés Lamas Acevedo, fue sustituido luego de una visita de funcionarios del MINSAP a raíz del brote.
Martínez dijo que el director del hospital había intentado alertar a las autoridades locales de los problemas con el abastecimiento de agua en la unidad de terapia intermedia y otras salas del centro.
En comentarios en Facebook, varios médicos del hospital también alabaron la gestión de Lamas Acevedo y protestaron la medida. Una trabajadora que contestó el teléfono del hospital en Matanzas dijo no saber si el director había sido sustituido.
Las críticas de los funcionarios del gobierno a los trabajadores de la salud han causado malestar entre los médicos cubanos, y varios han culpado a las autoridades sanitarias por no proveer del material de protección necesario para el personal y los pacientes.
“Lo que pasó en Cárdenas y en el Hospital Faustino Perez es una señal de aviso,” escribió en Facebook la doctora Lizbet León Herrera. “Pero una señal de aviso para las autoridades sanitarias que tenían que haber avizorado la complejidad de la epidemia y tenían que haber puesto los medios de protección en todos los lugares.”
Herrera trabaja en el Hospital General Docente Julio M. Aristegui de la ciudad matancera de Cárdenas. El hospital fue cerrado a fines de abril cuando varios trabajadores dieron positivo en las pruebas de detección del COVID-19.
“Aún hoy después del evento de trasmisión local de Cárdenas los profesionales del hospital que hacen procederes invasivos siguen sin (máscaras) N95,” dijo León Herrera. “¿De qué estamos hablando si la mayoría de los pacientes son asintomáticos?”
La doctora María del Carmen Álvarez, madre de una doctora del hospital Faustino Pérez que se contagió con el virus, también escribió en Facebook que los trabajadores de ese centro estaban “mal protegidos”.
“¡Qué pena! Enfermos y sancionados públicamente”, dijo.
Una persona que contestó el teléfono de Álvarez dijo que ella no estaba disponible.
El gobierno no ha dicho la cifra total de trabajadores de la salud que se han contagiado con el coronavirus, pero a inicios de abril informaron de un brote en el hospital Calixto García de La Habana, donde se contagiaron 14 médicos y ocho enfermeras.
La noticia de los nuevos contagios en Matanzas llega en un momento en que las cifras oficiales sugieren que el virus se encuentra bajo control en el país, una tendencia a contracorriente de lo que está sucediendo en América Latina, donde el número de personas infectadas supera los dos millones.
El martes, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, alertó que una nueva oleada de casos se estaba propagando por la región, sobre todo vinculados a grupos sociales vulnerables y personas con enfermedades crónicas.
Pese a 14 eventos de transmisión local reportados como “activos” en la prensa oficial y cuarentenas en varios barrios de La Habana y otras provincias, el Ministerio de Salud Pública ha reportado un declive en el número de nuevos casos de infecciones por coronavirus y hasta el 18 de mayo no había reportado muertes en seis días.
Hasta el martes, las autoridades de Cuba reportaron 1,887 casos confirmados de personas que han contraído el coronavirus y 79 muertes.