El cantante español Miguel Bosé logró ganar la batalla judicial contra su expareja, el escultor Nacho Palau, por la filiación de los cuatro hijos nacidos durante su relación.
Palau quería que los cuatro menores fueran considerados hermanos legalmente, pero un juzgado de Madrid desestimó dicha pretensión y ahora el escultor va a recurrir la sentencia, informó este sábado el despacho de abogados que lo representa.
A pesar de la decisión, el juez logró establecer un régimen de visitas de los dos hijos biológicos de Miguel Bosé, Diego y Tadeo, y los dos de Nacho Palau, Ivo y Telmo, reconociendo que este régimen no sea solo entre los cuatro niños, sino también entre sus respectivos padres.
Los representantes de Palau expresaron en un comunicado que el escultor «sigue confiando en que se haga justicia a todos sus hijos y para ello se dispone a presentar recurso de apelación frente a dicha sentencia».
Aseguran, además, que durante todo este proceso, la expareja del cantante siempre ha tenido muy claro que su objetivo era conseguir que la “verdad real se impusiera como verdad legal”.
En la actualidad, los niños tienen 9 años. Los hijos biológicos de Bosé residen con él en México, mientras que los del escultor permanecen a su lado en Valencia, este de España.
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