Desde hace aproximadamente un año, habitantes de San Félix y Ciudad Bolívar en el estado Bolívar han tenido que recurrir a la leña para cocinar debido a la escasez de gas doméstico. Sin embargo, la situación se ha intensificado en otras zonas del estado y en Delta Amacuro desde que inició la cuarentena impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro para evitar la propagación del COVID-19.
En Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana, fue uno de los sectores en lo que se intensificó la falta de combustible como gas y gasolina. Desde marzo, habitantes de esa zona fronteriza se han visto obligados a realizar prácticas ilegales (como comprar combustible en el mercado negro) o a retornar a inicios del siglo XX y cocinar con leña.
Los habitantes de menor poder adquisitivo instalaron fogones en los patios de sus viviendas días después de anunciado el confinamiento, cada semana se sumaba más gente a esta práctica hasta que para la fecha, residentes de caseríos, zonas indígenas y urbanizaciones adoptaron la medida ante la escasez de gas y las constantes fallas de electricidad que no les permiten usar cocinas eléctricas.
Mientras tanto, en San Félix la práctica de los fogones y leña no es nueva, pero desde hace aproximadamente un año ha sido mucho más común. Por la falta de gas se han registrado decenas de protestas.
“Desde el año pasado no tenemos gas, fuimos a la planta y nos dicen que hay que hacer los pedidos y cuando los hacemos nos mandan con la gente de las UBCH. Tenemos que cocinar con leña y hay muchos niños que se han quemado por eso, otros se enferman por el humo”, explicó una vecina del sector UD-146, Eneidi Rodríguez, durante una protesta el 4 de marzo.
Sectores populares de Delta Amacuro usan fogón
Ante la deficiencia en el suministro del gas doméstico, los habitantes de todos los sectores de Tucupita: clases medias y populares son obligados a utilizar el fogón directo para la preparación de los alimentos en los hogares. Esta situación del cocido directo se intensifica desde hace aproximadamente seis meses en las calles céntricas, con presencia de urbanismos y centros residenciales. El uso del fogón y la cocina eléctrica son las formas inmediatas que tienen los deltanos ante el desabastecimiento del gas doméstico.
Ante esta situación, las autoridades del estado, encabezada por la gobernadora Lizeta Hernández buscan organizar el suministro de los cilindros en los hogares a través de censo y planificación de entrega a los sectores a través de los Clap y representantes políticos de cada calle. Sin embargo, la situación de desabastecimiento persiste y el uso de la leña aumenta en la ciudad.
