Nick Torres fue entregado el martes por la tarde a la custodia de su familia. El Dr. Joseph Varon dijo que el bebé llevaba dos horas en casa cuando su corazón dejó de latir.
«La familia rodeó al bebé. Estaban rezando», dijo. «Todos fueron muy respetuosos y oraron. Finalmente, cuando dije que se había quedado plano, lo desconecté del respirador. Estaban muy emocionados. Lo último que quieres ver es que tus hijos pasen por esto».
El bebé de 10 meses había estado en el centro de una pelea legal durante semanas.
El 24 de septiembre, lo encontraron inconsciente después de haber sido dejado desatendido en una bañera. El 30 de septiembre, los médicos del Texas Children’s Hospital lo declararon con muerte cerebral y querían retirarlo del soporte vital. Sus padres argumentaron que debería mantenerse con vida porque su corazón aún latía.
Después de varias apelaciones, los jueces fallaron a favor del hospital.
Durante el fin de semana, el hospital acordó que Nick se fuera a casa, según la oficina del abogado que representa a la familia, si el médico forense del condado de Harris lo aprueba, como exige la ley.
El martes por la tarde, el Texas Children’s confirmó que el bebé fue dado de alta «con la aprobación y autorización completas» del médico forense.
«Seguimos haciendo todo lo posible para apoyar a la familia Torres en esta situación tan trágica y difícil», dijo el hospital en un comunicado.
El Dr. Varon dijo que, debido a la condición de Nick, el final era inevitable. Le sorprendió cuánto tiempo aguantó.
«Como médico, voy a decir que es sólo ciencia básica», explicó. «Esto es solo una evolución natural que iba a suceder. Ahora, el momento es lo que llama mi atención, para ser honesto con usted. Parece que el bebé esperó hasta que llegó a casa para seguir adelante».
Según un portavoz de la familia, la familia y su abogado firmaron un acuerdo de confidencialidad diciendo que no discutirían más el caso.
