El Xiaomi Redmi 9 es uno de los miembros más económicos y sencillos en la gama de entrada de la compañía. Hermano menor de los Redmi Note 9 y Note 9S, pero un paso por encima de los Redmi 9A y 9C, este móvil quiere conquistar el rango de precio de los 100 euros.
Apenas capta huellas, agarra muy bien y da la sensación de ser bastante resistente. El teléfono es muy ergonómico y sus esquinas redondeadas ayudan a que no se los clave en la palma de la mano cuando lo sujetamos. Además, pese a ser un terminal económico, la buena construcción hace que la sensación sea la de un móvil bastante más caro
La pantalla es uno de los puntos más débiles de este Redmi 9. Si bien no está mal calibrada y el nivel de nitidez es suficiente, a pleno sol no se ve prácticamente nada. Tanto en automático como en manual el brillo máximo es insuficiente, ya que es sencillamente imposible distinguir los contenidos que muestra la pantalla.
Se trata de un panel LCD de 6,53 pulgadas con resolución Full HD+ y un pequeño notch de gota. En interiores la experiencia es correcta, pero si salimos a la calle y hay sol, tendremos que acostumbrarnos a buscar una sombra o a usar algo como visera para poder ver el panel.
Para mover el Redmi 9 Xiaomi ha incorporado un MediaTek Helio G80, acompañado de 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento en el caso de la versión más potente. El Xiaomi se mueve suficientemente bien para tareas básicas, pero el lag no tarda en aparecer si exigimos un poco.
Android 10 bajo MIUI 11
Aunque no debería tardar mucho en adoptar la actualización MIUI 12, el Redmi 9 que hemos podido analizar todavía mantiene la versión 11 de la capa de Xiaomi sobre Android 10.
El funcionamiento es en general fluido, pero en el día a día con el terminal hemos tenido momentos en que el sistema parecía superar a las capacidades ejecutoras del Redmi 9, con toda una pantalla FullHD+ que mover. Viene lógicamente algo cargado de software preeinstalado, entre ellos Aliexpress, Facebook, eBay, WPS Office, Netflix o Linkedin. También unos cuantos juegos casuales.
Por lo demás, es una capa conocida con bastantes servicios y aplicaciones asociadas al ecosistema de Xiaomi así como lo esencial hoy en día en un terminal, desde aplicación para gestionar el rendimiento hasta controles de audio avanzados, posibilidad de personalizar cómo queremos acceder a las aplicaciones o la interfaz del sistema así como gestor de consumo y bienestar digital.
Cuatro cámaras a las que no podemos exigir mucho
La presión del mercado hace estragos en la gama de entrada y la cámara de este Redmi 9 es un buen ejemplo. Si el mercado demanda cuatro cámaras, ahí que las ponemos en un terminal de 120 euros pese a que, a priori, no podemos exigirle demasiado. Veamos cómo ha sido el resultado en este Xiaomi Redmi 9.
El equipamiento a nivel fotográfico de este Redmi 9 viene conformado por un sistema de cámara cuádruple donde el sensor principal es de 13 MP con apertura f2.2.
Sobre el papel, las cuatro cámaras del Redmi 9 son bastante discretas. En las pruebas pudimos confirmar que la cámara no es punto destacado de este terminal
Como cámaras secundarias funcionales tenemos el gran angular, con 8 MP de resolución, f2.2, enfoque fijo y apertura de 118 grados, así como el sensor para las fotos macro, que es de 5 MP con f2.4 y enfoque fijo. Completa el cuarteto fotográfico un sensor de profundidad (2 MP) para ayudarnos en el modo retrato.
En la interfaz no hay sorpresas salvo que en algunas ocasiones nos ha dado errores y se ha ralentizado en algunos cambios entre modos en el carrusel fotográfico. Ahí están los tipos de disparos posibles, con especial mención al modo Pro, que si bien no permite tomar fotos en RAW, sí que da algo más de margen para jugar con algunos parámetros de manera manual.
Tampoco me ha gustado que el modo Macro, que recordemos tiene un sensor para él solo, no esté en el modo principal ni como opción primera en la interfaz y para usarlo haya que ir al menú de los ajustes de cámara.
Cámara principal y gran angular
Como hemos indicado, la cámara principal de este Redmi 9 tiene asociado un sensor de 12 MP con apertura f2.2 y un tamaño de apenas 1.12µm. Con esos números es lógico que nos hayamos encontrado unas fotos a plena luz correctas para la gama tanto a nivel de detalle como de colorido, pero que no podemos sacar de su zona de confort.