En otros países se conoce como ‘ ricotta’ (que significa ‘recocido’), aunque en España utilizamos el término ‘requesón’. Cuando se fabrica el queso, resulta un suero sobrante que se calienta hasta los 90º para obtener el producto que todos conocemos como requesón, que también es considerado una variedad de queso blando. Posee una serie de características que le hacen especialmente beneficioso para nuestro bienestar. Te descubrimos por qué deberías incorporar este lácteo a tu dieta.
Características y valores nutricionales del requesón
El requesón, especialmente el de leche de vaca, contiene una gran cantidad de proteína caseína (de alto valor biológico y muy presente en la leche), ideal por ejemplo para las dietas de aquellas personas que no consuman carne o que estén especialmente necesitadas de proteínas, pues proporciona la cantidad diaria necesaria para que nuestro organismo pueda funcionar. Por este motivo es un alimento especialmente célebre en la comunidad fitness, ya que es perfecto para ganar músculo ingiriendo una cantidad de grasas mínima.
Al tener un alto contenido en calcio y fósforo, y en proteína caseína (como mencionábamos anteriormente), que se digiere lentamente, resulta altamente recomendable para embarazadas y deportistas. La presencia de calcio, evidentemente, también favorece el fortalecimiento de los huesos.
Contiene también magnesio, bueno para activar las enzimas, lo que permite mantener los niveles de azúcar en sangre y mejora la prevención cardíaca, pues tiene un efecto positivo en el sistema cardiovascular al mantener la presión arterial bajo control y combatir los coágulos de sangre. El consumo de 200 g de requesón da al cuerpo casi el 30 % de la cantidad diaria recomendad de selenio. Este elemento es un fuerte antioxidante. Neutraliza los efectos dañinos de los radicales libres y protege de daños las paredes de los vasos sanguíneos y el tejido cardíaco. ¿Todavía no te parecen suficientes ventajas? Pues sigue leyendo.
Por qué es bueno para perder peso
Además, y quizá este es uno de los motivos por los que este producto es conocido, es que se recomienda su consumo si estamos siguiendo dietas bajas en grasa o destinadas a reducir los niveles de colesterol. Por cada 100 gramos, el requesón tiene unas 174 calorías, pero va cargado de numerosas sustancias beneficiosas y tiene una capacidad altamente saciante. Además y debido a su textura blanda, puede ser masticado sin demasiado esfuerzo, lo que le convierte en un alimento ideal para personas de edad avanzada o con algún problema bucodental.
El mito de que es aburrido al paladar pierde vigencia cuando incluimos el requesón en apetitosos platillos llenos de sabor, como unas tostadas de pan, aguacate y tomate. ¡Ponte creativa y dale tu propio toque personal! Puedes mezclarlo también con frutos rojos, añadirlo a la pizza (combina genial con todo tipo de verduras), hacer rollitos de calabacín rellenos o preparar una tarta de hojaldre rellena con requesón y pera. Las opciones son muy variadas y este alimento se adapta tanto a platos dulces como salados.
No obstante, hay que advertir que el requesón tiene algunas contraindicaciones en algunos casos. Al contener mucha sal, no se debe abusar del requesón en caso de afección renal. Y no digamos si tienes intolerancia a la lactosa, en cuyo caso está desaconsejado totalmente, al tratarse de un producto lácteo.