Pobreza asciende al 40,9% en el primer semestre del 2020

El país sudamericano alcanzó uno de los peores índices semestrales de pobreza e indigencia en su historia. En cuanto a los grupos de edad, 56,3% de las personas de 0 a 14 años son pobres.

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Las nuevas estadísticas del país ratifican el golpe económico que sufren los argentinos, debido a la recesión en la que están inmersos desde 2018 y que se incrementó durante el aislamiento por la pandemia del Covid-19. Foto cortesía.

El daño que causó la pandemia del nuevo coronavirus en la ya golpeada economía de Argentina provocó un aumento de 5,4% de la pobreza en el primer semestre comparado con igual período del año anterior, lo que implica que ahora 40,9% de los argentinos son pobres.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió el miércoles la cifra que más preocupa al gobierno peronista de Alberto Fernández, quien el 20 de marzo decretó una cuarentena por el COVID-19 que todavía está vigente pese a las flexibilizaciones de los últimos meses.

“Los números son alarmantes”, admitió el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien atribuyó parte de la cifra a una pobreza estructural que viene de arrastre por las sucesivas crisis económicas que golpearon al país sudamericano en las últimas décadas.

En una entrevista con el canal de cable Todos Noticias el funcionario, además señaló como causal a que “en el segundo trimestre, abril, mayo y junio, fue el momento de mayor cierre de la actividad” por la pandemia.

En el segundo semestre de 2019 la pobreza había sido de 35,5%.

Dentro de los casi 18 millones de pobres que se contabilizaron en la última medición, casi tres millones de personas son indigentes, lo que significa que sus ingresos no son suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.

El INDEC mide la pobreza sobre la base del ingreso que requiere una familia tipo para acceder a una canasta básica total (CBT) que tiene componentes alimentarios y otros como salud y educación.

En este orden, una familia necesitó 43.785 pesos argentinos (547 dólares) para cubrir la CBT mientras que el ingreso promedio de los hogares pobres en el mismo período fue 25.759 pesos (321 dólares), una brecha de 41,2%.

Arroyo destacó que la cifra de pobreza hubiera sido mayor si el gobierno no hubiera desembolsado 420.000 millones de pesos (unos 5.200 millones de dólares) en ayuda social durante la cuarentena.

«Es una situación muy parecida a lo que vivimos en 2001 y 2002», cuando Argentina vivió su peor crisis. «Ya se están haciendo políticas públicas para aplacar el problema, pero va a requerir un esfuerzo muy grande para que retroceda» la pobreza, agregó el economista Ricardo Aronskind.

«El gobierno deberá hacer dos tipos de políticas: una de fuerte estímulo a la producción, sobre todo a las actividades que demandan mucho empleo, y transferencias directas de ingresos a la población», añadió.

Argentina, con una inflación de más de 40% anual, está en recesión desde 2018. La pandemia del COVID-19 ha golpeado duramente a su economía y el Fondo Monetario Internacional calcula que cerrará este año con una contracción de 9,9% del Producto Interno Bruto (PIB).

Con información de El Impulso/ DW

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