Poquito a poco, todos los fabricantes de smartphones han empezado a interesarse por los auriculares completamente inalámbricos (más conocidos como TWS). Después de lanzar los Realme Air Buds, la compañía vuelve a la carga con los Realme Buds Air Neo, unos auriculares TWS de tan solo 40 euros que prometen una latencia mínima y que llegan con un driver de 13 mm.
Diseño: nos suena
Son muy ligeros y cómodos. Pesan tan solo 4,2 gramos cada uno, similar a los AirPods, y no molestan lo más mínimo cuando los llevamos puestos mucho rato. Los auriculares se quedan bien sujetos y resisten a movimientos bruscos.
En la zona superior de los auriculares tenemos el altavoz, con su respectivo driver de 13 mm, y los micrófonos.
La calidad de construcción es aceptable, sin llegar a tener el acabado premium de otros auriculares completamente inalámbricos más caros. Son agradables al tacto y sientan bien en la oreja, por lo que se puede decir que cumplen con su trabajo. En lo referente al estuche, la tapa tiene un cierre magnético y el tacto es similar al de los auriculares.
En la parte delantera tenemos un LED que nos indicará el nivel de carga de la batería y que se iluminará cuando lo pongamos a cargar. En la parte inferior, por su parte, tenemos el microUSB que usaremos para cargar la caja. Aquí vamos a darle un pequeño tirón de orejas a la marca, porque lo ideal habría sido optar por USB tipo C, ya que es el puerto que se ha estandarizado.
Para la conectividad, los Realme Buds Air Neo se valen de un chip R1 con Bluetooth 5.0, el mismo que los modelos anteriores. Es compatible con Google Fast Pair, por lo que la sincronización con móviles Android es muy rápida. Simplemente hay que abrirlos y listo, el móvil los detectará y se vinculará de inmediato.
Dicho lo cual, ¿qué podemos hacer con los Realme Buds Air Neo? Hablemos de los toques. Con dos toques podemos responder a una llamada y reproducir o pausar una canción. Con tres toques pasamos a la siguiente canción. Manteniendo pulsado un auricular finalizaremos la llamada o invocaremos al asistente de voz y, finalmente, manteniendo pulsados los dos auriculares activaremos el «modo gaming».
¿Qué es el modo gaming? Un modo con el que Realme promete latencias de 119 milisegundos, algo pensado para los más jugones. Lo que no terminamos de entender es que se tenga que activar este modo para tener una experiencia correcta. Por defecto, la latencia es demasiado alta para ver una película, un gameplay o un directo en Twitch, pero con este modo ese problema se soluciona por completo. Funciona muy bien y, francamente, recomendamos dejarlo activado.
Finalmente, toca hacer mención a Bass Boost. Está opción sirve para potenciar los graves, y lo consigue. Con el Bass Boost el sonido es mucho más limpio y nítido.
Podemos configurar los gestos y actualizar el firmware, así como activar un modo de «mayor volumen» que sirve para potenciarlo más.
Calidad de sonido
Los auriculares pueden llegar a sonar estridentes en según qué canciones (una muestra es ‘Going Gorillas’, de Doctor P) y los graves no terminan de tener esta rotundidad que tanto gusta.
A la hora de hacer llamadas no nos hemos encontrado mayor problema. La calidad del sonido es correcta, nosotros escuchamos bien y nuestro interlocutor igual. Tampoco hemos sufrido cortes de conexión o latencia, incluso alejándonos bastante del móvil.
En cuando al sistema de detección, se hace raro quitarnos los auriculares y que la música siga sonando. Habría sido de agradecer un sistema de detección con reproducción y pausa automática.
Autonomía: algún que otro límite
Realme no desvela la capacidad de cada auricular ni de la caja (que sabemos que tiene 400 mAh porque lo pone dentro de la tapa). Simplemente asegura que con una carga completa de los auriculares podemos conseguir tres horas de reproducción de música y que el total asciende a 17 horas si tenemos en cuenta la capacidad del estuche.
Con la caja podemos cargar los auriculares unas cuatro veces, lo que nos lleva a pensar que la capacidad de la batería de los auriculares es bastante reducida. La caja en sí tarda en cargarse cerca de dos horas, algo que no es un problema si la pones a cargar de noche, pero sí si necesitas darle un chute de energía rápido a los auriculares.