Un 29 de junio de 1900 vino al mundo el novelista y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Desde su temprana infancia manifestó gran interés por la aviación y aprendió el oficio mientras prestaba servicio militar. Sus experiencias como piloto fueron casi siempre su fuente de inspiración.
Tercero de los cinco hijos de una familia de la aristocracia (su padre tenía el título de vizconde), Antoine de Saint-Exupéry vivió una niñez feliz en las propiedades familiares, aunque perdió a su progenitor a la edad de cuatro años. Mantuvo un fuerte lazo con su madre, cuya sensibilidad y cultura lo marcaron de manera significativa. Con ella mantuvo una voluminosa correspondencia buena parte de su vida.
En 1926 publicó su primera novela breve, El aviador, y obtuvo un contrato como piloto para una agencia privada. Se desempeñó como jefe de estación aérea en el Sahara español y en ese período escribió su segunda novela, Correo del Sur (1929). En los años 30 realizó adaptaciones cinematográficas y otras actividades.
Durante su convalecencia en Nueva York, después de un accidente en Guatemala, reunió por consejo de André Gide los textos que se convirtieron en su obra Tierra de hombres en 1939.
Viajó a Moscú y a España mientras estaba sitiada por la guerra. Escribió reportajes y artículos para varias revistas. También formó parte de las misiones de la aviación francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Luego estuvo en Nueva York cuyas anécdotas las recopiló en Piloto de guerra (1942).
Durante la Segunda Guerra Mundial batalló junto a la aviación francesa en varias misiones de peligro, en especial sobre Arras, en mayo de 1940. Con la caída de Francia marchó a Nueva York, donde contó esta experiencia en Piloto de guerra (1942). El 6 de abril de 1943 apareció su obra cumbre, El Principito, catalogada como una las mejores creaciones literarias del siglo XX. Ha sido traducida a más de 250 idiomas y, recientemente, a la lengua aymara.
