Australia tiene otro motivo más de esperanza. Después de los devastadores incendios forestales que arrasaron el país provocando la muerte de personas y animales, la naturaleza empieza a dar signos de haber recuperado parte de su pulso. El mejor ejemplo de ello es Ash, un bebé koala que ha nacido en el Zoo Australian Reptile Park situado en la ciudad de Gosford.
El fuego asoló el país ‘aussie’. Según los datos del Departamento de Interior más de 12,6 hectáreas fueron reducidas a cenizas, 33 personas fallecieron y unos mil millones de animales perdieron la vida. La población de los koalas fue la que más sufrió: un 30% (5.000 ejemplares aproximadamente) pereció en las llamas que devoraron el noroeste de la costa norte.
Según los estudios del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) esta pérdida constituye una amenaza para la especie. Además, están catalogados como vulnerables en Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, meses después de la catástrofe, estos marsupiales tienen razones para la esperanza.
Desde enero hasta mayo
Ash es el primer bebé que nace tras los incendios. Es una hembra y ha sido bautizada con este nombre (en castellano significa ceniza) en honor a todos los animales que perdieron la vida como consecuencia del fuego. Nació en enero, pero las crías de koalas permanecen en la bolsa de su madre durante seis meses y no ha sido hasta ahora cuando hemos podido conocerla. Su llegada es una señal de esperanza para el futuro de la especie.
Los dos últimos meses el zoológico Australian Reptile Park ha permanecido cerrado al público debido a la pandemia del coronavirus, pero ha subido a las redes sociales unas bonitas imágenes de Ash junto a Dan Rumsey, su cuidador. Las instalaciones abrieron el pasado 1 de junio y a partir de ese momento todo el que se acerque por allí podrá conocer a esa pequeña koala y a Rosie, su madre.
Más de mil millones de animales murieron en los incendios, según estimaciones de la Universidad de Sydney de enero de 2020. Al menos 800 millones de esos animales estaban en Nueva Gales del Sur.
Tras meses de incendios, el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur informó en marzo que “actualmente no hay incendios activos en [Nueva Gales del Sur]“.
Como su nombre indica, este koala bebé representa la esperanza para la vida salvaje que comienza a levantarse de las cenizas dejadas por la devastadora temporada de incendios.
