El jefe de policía de Fort Lauderdale, Rick Maglione, informó el martes los casos de mujeres que denunciaron que durante una protesta pacífica contra la brutalidad policial se convirtieron en víctimas de sus oficiales.
Después de que el oficial Steven Pohorence empujó a la hija de Dannielle Casey fuera del camino mientras estaba arrodillada, los vídeos de los testigos muestran que el oficial Krystle Smith lo amonestó.
La madre de la niña empujada por policía de Fort Lauderdale indignada por violencia innecesaria denunció los hechos.
En este sentido, Pohorence fue relevado de sus funciones mientras se realizaba una investigación, pero los otros oficiales aún están allí. LaToya Ratleiff, quien tiene un cráneo roto el martes, estaba en la misma protesta. Ella también había estado arrodillada.
«La frustración de los manifestantes se debió a que un policía pateó a una niña en la espalda sin causa», dijo Ratleiff. «Varios de los manifestantes, incluyéndome a mí, comenzaron a pedirles a los otros manifestantes que se relajaran, y decidimos arrodillarnos en el suelo».
Ratleiff dijo que los oficiales usaron gases lacrimógenos y les apuntaron con armas de fuego. Cuando la multitud comenzó a ponerse «ruidosa», ella comenzó a ir a su automóvil para irse a casa. Estaba jadeando por aire y sintió náuseas.
«Se me acercó una ayuda preguntándome si necesitaba ayuda», dijo Ratleiff. «Luego, en cuestión de segundos, me dispararon con una bala de goma o me golpearon directamente con un bote de gas lacrimógeno muy cerca, esto sucedió mientras caminaba más lejos de la multitud con ella».
Ratleiff estaba en el suelo sangrando y otros manifestantes la rescataron para llevarla al hospital. Ella quiere justicia para George Floyd. Y al igual que miles de manifestantes en el sur de Florida, ella quiere que quienes estén en el poder promulguen nuevas leyes, implementen políticas e inviertan en capacitación para poner fin a la brutalidad policial.
«Me estaba alejando», dijo. “Estaba en paz y seguía siendo atacado. Estoy bien. Mi ojo sanará. Pude volver a casa. Pero George Floyd y muchos otros no lo hicieron».
