Las autoridades del Líbano advierten que las nación está apuntó de vivir una grave crisis alimentaria gracias a la COVID-19
El Primer Ministro del Líbano, Hassab Díab, advirtió que su país está al borde de vivir una grave crisis alimentaria y muy pronto sus habitantes no tendrían ni para comprar un pan gracias al estallido que generó la pandemia del coronavirus.
Para Diab, la emergencia del coronavirus está apuntó de desatar un desastre de seguridad alimentaria en el mundo.
Sostiene, además, que las naciones deben resistir los intentos de restringir las exportaciones de alimentos.
La autoridad libanés pidió a los Estados Unidos y a la Unión Europea que establezcan un fondo de emergencia para ayudar a Oriente Medio.
“La hambruna podría provocar una nueva corriente migratoria hacia Europa y desestabilizar aún más la región”, argumentó Diab.
El coronavirus vino a profundizar una crisis alimentaria ya existente en el Líbano. Desde octubre de 2018, el valor de la moneda se redujo a menos de la mitad.
Además de la escasez de líquidas en moneda sólida, se unen otros problemas como el desempleo y la inflación.
Aunado a esto, El Líbano dejó de pagar su deuda soberana desde el mes de marzo de 2020.
“El Líbano, que alguna vez fue el granero del Mediterráneo oriental, se enfrenta a un dramático desafío que parecía inimaginable hace una década: el riesgo de una gran crisis alimentaria”, lamentó Diab.
El Primer Ministro también culpó lo que consideró una mala gestión política con hechos de corrupción por la falta de inversión en el sector de la agricultura.
Gracias a la crisis, desde principios de este año los precios de los alimentos subieron más del doble. Actualmente, la mayoría de los alimentos son importados.